Hemos llegado a la época del año en la que el mercurio del termómetro sube sin dar tregua. El 30% de la población española sufre problemas de circulación sanguínea, sobre todo las mujeres, y las altas temperaturas suelen ser sinónimo de hinchazón, cansancio, pesadez, tensión, picor e incluso dolor en las piernas. 

Desde FarmaMálaga te contamos cuál es la causa de esta dolencia, por qué puede empeorar y cómo se puede evitar o aliviar este malestar.

¿Por qué se produce la mala circulación?

Se debe al efecto vasodilatador de las venas cuando están expuestas al calor. Dicho de otra forma, cuando un vaso sanguíneo se ensancha, la sangre fluye con mayor caudal a través de él, pudiendo deformarse y perder su elasticidad. 

Es entonces cuando las válvulas encargadas de llevar la sangre al corazón fallan y no cierran con normalidad, originándose esa indeseada acumulación de sangre en las piernas. 

¡Cuidado! Puede agravarse…

Además del calor sofocante del verano, existen otras circunstancias que pueden empeorar esta afección.

Estamos hablando, por ejemplo, de:

  • Tener sobrepeso.
  • Sufrir golpes en la zona.
  • No hacer deporte de ningún tipo.
  • Llevar una dieta poco saludable, particularmente basada en grasas saturadas.
  • Estar menstruando, pasando por un embarazo o la menopausia.
  • Padecer otras patologías de tipo cardíaco, también las tiroideas o las alergias.
  • La ingesta de algunos medicamentos, como anticonceptivos o antidepresivos, entre otros.

Los 3 mandamientos para hacer frente a la mala circulación

  1. Cuida tus piernas por dentro y por fuera. Hidrata y masajea la zona afectada con cremas y geles fríos especialmente indicados para ello, siempre de forma ascendente. Date duchas con temperaturas alternas y, cuando vayas a la playa o a la piscina, no te expongas directamente al sol. Por último, evita utilizar prendas ceñidas.
  2. No estés en la misma posición mucho tiempo.  Cuando estés reposando, acuérdate de poner pies y piernas en alto. ¡Un cojín puede ayudar!
  3. Introduce hábitos sanos en tu día a día: beber mucha agua, optar por alimentos más ligeros, ricos en fibra y antioxidantes, reducir la sal y tomar algún complemento alimenticio natural. También es recomendable evitar en la medida de lo posible el sedentarismo, fumar y beber alcohol.

Ahora que ya conoces todos los detalles sobre la mala circulación y cómo combatirla, es hora de ponerse en marcha.

Consúltanos si necesitas más ayuda sobre este tema o quieres conocer los productos que tenemos disponibles para ello. ¡Estamos encantados de atenderte! 

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