Pero, muchas veces, nos descuidamos durante las vacaciones y es cuando llegan los problemas dejando nuestra piel enrojecida, irritada y dolorida... En pocas palabras ¡quemada!
Si te has quemado, lo primero que queremos hacer es ¡regañarte por haber llegado a ese punto! ¡Las coincidencias entre un melanoma y el cáncer de piel existen por algo!
Desde FarmaMálaga os hemos hablado de la importancia de los protectores solares varias veces, pero por mucho que queramos, no podemos evitar que te quemes, así que en nuestro blog de esta semana te contaremos qué debes hacer si ya te has quemado... ¡Muy mal!
Quemarse significa que la cantidad de rayos UV a superado a la capacidad protectora de la melanina.
Cuando esto ocurre, el sol reseca nuestra piel y, pasadas unas cuantas horas, la piel comienza a picar y se vuelve tirante, como si estuviese muy tensa...
Cuando nos quemamos, generalmente, la piel se empieza a pelar una semana después de producirse la quemadura solar y es muy importante no rascarse ni arrancarse las pielecitas ta que podríamos infectar la piel.
Si te has quemado lo primero que debes hacer es refrescar la zona con una ducha o un baño de agua fría.
El frío es un potente antiinflamatorio que aliviará el picor y el escozor, aunque esto no es inmediato, tardarás un rato en sentir el alivio, por ello es importante repetir la ducha cada vez que sientas esa sensación de calor.
Una vez hayas bajado la temperatura de la piel, ¡solo entonces!, podrás aplicar crema hidratante o aftersun. También puedes usar cremas o geles de aloe vera ya que su frescor y propiedades ayudarán a curar tu piel y sentirte mucho mejor...
Durante los siguientes días, repite la aplicación de la hidratante o el aloe vera y, lo más importante, ¡no toques la zona para evitar una posible infección!
Y recuerda que para poder disfrutar plenamente del verano no debes olvidar nunca, nunca proteger adecuadamente tu piel y aplicar aftersun al llegar a casa para conseguir un bronceado perfecto ¡y duradero!
